"Cuenta una fábula que en cierta ocasión una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía muy rápido y llena de miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir en su intento de alcanzarla.
La luciérnaga pudo huir durante el primer día, pero la serpiente no desistía, dos días y nada, al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga detuvo su agitado vuelo y le dijo a la serpiente:
¿Puedo hacerte tres preguntas?
No acostumbro conceder deseos a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar, respondió la serpiente.
Entonces dime: ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?¡No!, contestó la serpiente.
¿Yo te hice algún mal?¡No!, volvió a responder su cazadora.
Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?
¡Porque no soporto verte brillar!, fue la última respuesta de la serpiente".
Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos:
La luciérnaga pudo huir durante el primer día, pero la serpiente no desistía, dos días y nada, al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga detuvo su agitado vuelo y le dijo a la serpiente:
¿Puedo hacerte tres preguntas?
No acostumbro conceder deseos a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar, respondió la serpiente.
Entonces dime: ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?¡No!, contestó la serpiente.
¿Yo te hice algún mal?¡No!, volvió a responder su cazadora.
Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?
¡Porque no soporto verte brillar!, fue la última respuesta de la serpiente".
Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos:
¿Por qué me pasa esto si yo no he hecho nada malo? Sencillo... porque hay algunos(as) que no soportan ver brillar.
La envidia es uno de los peores sentimientos que podemos tener.
La envidia es uno de los peores sentimientos que podemos tener.
El hecho de que envidien vuestros logros, vuestros éxitos, etc.,
¡que envidien veros brillar! os va a afectar en más de una ocasión, pero cuando esto pase...
¡no dejéis de brillar!
Continuad siendo vosotras mismas, seguid dando lo mejor de vosotras, seguid haciendo lo mejor, no permitáis que os lastimen, no permitáis que os hieran...
¡Seguid brillando y no podrán tocaros!, porque vuestra luz seguirá intacta, porque siempre habrá quien os apoye, porque vuestra huella permanecerá, porque el recuerdo de lo que fuisteis e hicisteis quedará, ¡pase lo que pase hijas!.
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