Los niños suelen tener muchos miedos, en nuestro caso Iara es para eso la peor, sobre todo por las noches, tiene miedo a la oscuridad, a los ruidos, y necesita tener cogida nuestra mano hasta que se queda dormida.
Hace un par de noches, no sabemos el motivo, se despertó sobre las 3 y pico de la mañana con sus miedos y allí tuvimos que estar a su lado, cogiéndole de la manita hasta que se volvió a dormir, más de una hora porque se despierta muy inquieta y, a veces, le vuelve a costar coger el sueño...
Los mayores también tenermos miedos, lo que pasa es que no solemos decirlo tan claramente, o quizá es que está peor visto, lo que está claro es que miedos tenemos todos y hay que vivir con ellos aprendiendo a superarlos día a día...
Tenía miedo de estar solo: ¡Hasta que aprendí a quererme a mí mismo!
Tenía miedo de fracasar: ¡Hasta que me di cuenta que únicamente fracaso si no lo intento!
Tenía miedo de lo que la gente opinara de mí: ¡Hasta que me di cuenta que de todos modos opinarían de mí!
Tenía miedo de que me rechazaran: ¡Hasta que entendí que debía tener fe en mí mismo!
Tenía miedo de sentir dolor: ¡Hasta que aprendí que era necesario para crecer!
Tenía miedo de la verdad: ¡Hasta que descubrí la falsedad de las mentiras!
Tenía miedo de la muerte: ¡Hasta que aprendí que no es el final, sino más bien el comienzo!
Tenía miedo de sentir odio: ¡Hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que la ignorancia!
Tenía miedo de hacer el ridículo: ¡Hasta que aprendí a reírme de mi mismo!
Tenía miedo de hacerme viejo: ¡Hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día!
Tenía miedo de mi pasado: ¡Hasta que comprendí que no podía herirme más!
Tenía miedo de la oscuridad: ¡Hasta que vi la belleza de la luz de una estrella!
Tenía miedo de cambiar: ¡Hasta que vi, que aun la mariposa más hermosa necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar!
Anónimo
sábado, 30 de marzo de 2013
Miedos.
Publicado por Sonia en 15:13
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario